Tuesday, August 05, 2008

Provincia de Chaco

Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.

Instituto de Nivel Terciario de Villa Ángela

Profesorado para EGB y Polimodal en Lengua

Espacio: LITERATURA Y CULTURAS GRIEGAS

Profesora: CENA, BRENDA

Responsable: GALARZA, MAURO GASTÓN

DNI Nº 34.702.471

Tema: LA INICIACION DEL HÉROE según Campbell Joseph

LOS OBJETOS TRÁGICOS según Karl Jaspers

Fecha de entrega: 14 de agosto de 2008

Índice

Páginas

Introducción--------------------------------------------------------------------------------- 2-3

La iniciación del héroe--------------------------------------------------------------------- 4-5

(Por Campbell Joseph)

Ejemplos en:

Aquiles---------------------------------------------------------------------------------------- 6-7

Héctor----------------------------------------------------------------------------------------- 8

Jesús------------------------------------------------------------------------------------------- 9-10

Los Objetos Trágicos

(Por Karl Jaspers)---------------------------------------------------------------------------- 11-12

Ejemplos en:

Aquiles---------------------------------------------------------------------------------------- 13-14

Héctor----------------------------------------------------------------------------------------- 15-16

Jesús------------------------------------------------------------------------------------------- 17

Conclusión------------------------------------------------------------------------------------ 18

Bibliografía------------------------------------------------------------------------------------ 19

]Esto sería la introducción? Señalar los tres momentos del análisis. Introducción, desarrollo, conclusión.

(Dejar Sangría al comienzo de cada párrafo)

En este informe nos acercaremos al análisis de tres famosos héroes de la antigüedad, tomando como base la Iniciación del Héroe de Campbell Joseph; y trabajando luego en los Objetos Trágicos de Karl Jaspers.

Las características con las cuales se trabajará se encuentran presentes en la iniciación del héroe que plantea Campbell Joseph en “El héroe de las mil caras”, las mismas son: (reformular esta frase: Para Cambpell la iniciación del héroe presenta los siguientes momentos)

  1. El camino de las pruebas.
  2. El encuentro con la diosa.
  3. La mujer como tentación.
  4. La reconciliación con el padre.
  5. Apoteosis.
  6. La gracia última.

También se trabajará con los siguientes objetos trágicos planteados por Karl Jaspers en “Esencia y Formas de lo Trágico”:

  1. La atmósfera trágica
  2. La lucha y colisión
  3. El triunfo y la derrota
  4. La culpa
  5. Grandeza del hombre en el fracaso
  6. La pregunta por la verdad


Los héroes son modelos de la mesura y moderación, representan el ideal de lo que deberíamos ser, en su imagen existe el perfecto balance entre lo ideal y lo real. En si, los héroes son espejos para mirarse.

Para el héroe griego era importante ser el mejor entre lo mejores. En el combate y en el deporte el héroe demostraba el areté.

El héroe griego es creación de su propia fantasía, es considerado un semidiós.

El análisis de este trabajo se basará fundamentalmente en la detección de las particularidades en la iniciación del héroe y en la detección de los objetos trágicos antes mencionados en tres importantísimos héroes de la literatura universal: Aquiles y Héctor (La Iliada), y Jesús (La Santa Biblia). (Bien la explicación de la metodología)

Cada vez que alguno de estos héroes debe enfrentar alguna situación límite, se encuentra ante una tragedia, una encrucijada sin salida aparente. Para algunos autores la esencia de lo trágico está en la amenaza constante sobre lo elevado y feliz, la oposición irreconciliable que no permite salida alguna a la situación absurda del hombre en el mundo.

Según Karl Jaspers, el destino trágico de los héroes siempre radicaba, de una forma u otra, en luchas que se disputaban entre los dioses. Esto se puede ver claramente en los personajes a analizar:

· Aquiles y Héctor, a estos héroes el destino los lleva a sucumbir en la guerra de Troya. Pero, ¿cuál fue el origen de esta guerra? Si bien se sostiene que fue por el rapto de Helena por parte de Paris; su verdadero origen tuvo procedencia en un disgusto entre dioses.

“En el Olimpo se celebraba la boda de Tetis y Peleo. Todos los dioses y diosas fueron invitados, excepto la diosa Discordia, a quien Júpiter excluyó por ser la que alteraba siempre toda la paz y toda la armonía. Mas la diosa para vengarse arrojó una manzana de oro con la inscripción “A la mas hermosa”, la cual fue disputada entre Juno, Minerva y Venus. Tiempo después, Paris (hijo de Príamo) fue el que decidió que la manzana debía pertenecer a Venus. Juno y Minerva disgustadas decidieron vengarse y esto llevó a la guerra.

· En Jesús, aquí también se puede decir que este héroe debió morir por causa o mejor dicho por culpa del pecado del. Pero el verdadero origen de este hecho trágico tuvo origen entre el disgusto entre Dios y Lucifer, este último, queriendo vengarse ideó un plan para engañar al hombre.

Retomando con la opinión de Jaspers, dejamos por sentado que los héroes a analizar se adaptan a este punto de vista del autor.

  • (tres últimos párrafos deben ir en el desarrollo)
  • Reescribir la introducción atendiento al tema , a la metodología comparativa, a las fuentes que se consultan y las categorías de análisis empleadas y las preguntas acerca del tema….o cuestión.
  • Introducción
  • Primer párrafo tema a tratar y preguntas en torno al tema…¿Qué acerca a estos personajes?
  • ¿En qué medida son literarios y en qué medida son históricos?
  • ¿Por qué se los recuerda hoy y resultaron emblemáticos para su pueblo?
  • Segundo párrafo metodología
  • Tercer párrafo: Marco teórico.
  • Faltaría en el desarrollo contextualizar el marco religioso, porque éste está íntimamente ligado a los tres personajes. ¿En qué creen? Cómo era la religión griega en la época de estos héroes, y cómo era la religión en épocas de Jesus. Los tres son semidivinos? O divinos?

La mayoría de los extraños y sus nombres no perduran… pero los valientes que pelearon jamás se olvidan.

Films, Troya

LA INICIACIÓN

(Por Campbell Joseph)

1. El camino de las pruebas

Una vez atravesado el umbral, el héroe se mueve en un paisaje de sueño poblado de formas curiosamente fluidas y ambiguas, en donde debe pasar por una serie de pruebas. Ésta es la fase favorita de la aventura mítica. Ha produ­cido una literatura mundial de pruebas y experiencias mila­grosas. El héroe es solapadamente ayudado por el consejo, los amuletos y los agentes secretos del ayudante sobrenatu­ral que encontró antes de su entrada a esta región. O pudiera ser que por primera vez descubra aquí la existencia de la fuerza benigna que ha de sostenerlo en este paso sobrehumano.


2. El encuentro con la diosa

La última aventura, cuando todas las barreras y los ogros han sido vencidos, se representa comúnmente como un ma­trimonio místico (ieroj gamoj) del alma triunfante del héroe con la Reina Diosa del Mundo. Ésta es la crisis en el nadir, en el cénit, o en el último extremo de la Tierra; en el punto central del cosmos, en el tabernáculo del templo o en la oscuridad de la cámara más profunda del corazón.

3. La mujer como tentación

El matrimonio místico con la reina diosa del mundo repre­senta el dominio total de la vida por el héroe; porque la mujer es la vida y el héroe es su conocedor y dueño. Las pruebas que sufre el héroe, preliminares a sus últimas expe­riencias y hechos, son el símbolo de esas crisis de realización por medio de las cuales su conciencia se amplifica y se ca­pacita para resistir la posesión completa de la madre des­tructora, su inevitable desposada. De esa manera sabe que él y el padre son uno solo: él ocupa el lugar del padre.

Así expresado, en los términos más extremos, el proble­ma puede parecer alejado de los asuntos de las criaturas humanas normales. Sin embargo, cada fracaso para en­frentarse a una situación vital debe ser referido, finalmen­te, a una restricción de la conciencia. Las guerras y los arranques de cólera son los recursos de la ignorancia; los arrepentimientos y las iluminaciones que llegan dema­siado tarde. El contenido del mito ubicuo del camino del héroe es el de que ha de servir como modelo general a los hombres y a las mujeres, en cualquier punto de la escala en que se encuentren. Por lo tanto, está formulado en los términos más amplios. La función del individuo es descubrir su propia posición con referencia a esta fórmula humana general y permitir que lo ayude a traspasar los muros, que lo reprimen. ¿Quiénes son y dónde están sus ogros? Ésas son las reflexiones de los enigmas no resueltos de su propia humanidad. ¿Cuáles son sus ideales? Tales son los sínto­mas de su aferrarse a la vida.

4. La reconciliación con el padre


“El Arco de la Ira de Dios está tenso, y la Flecha preparada en la Cuerda. Y la Justicia apunta la Flecha hacia tu Co­razón y tira de la Cuerda; y eso no es más que un puro Placer de Dios, de un Dios enfurecido, sin ninguna Promesa u Obligación, y hace esperar a la Flecha un Momento antes de que se embriague de tu Sangre...” Jonathan Edwards

(Entrecomillar los párrafos, sugiero hacer aparecer las citas en forma gradual, para cada tema o aspecto que se va tratando)

Es en esta prueba donde se abre la posibilidad de que el héroe derive esperanza y seguridad de la figura femenina protectora, por cuya magia (los encantos del polen o su fuerza de intercesión) es protegido al través de todas las aterradoras experiencias de la iniciación en el padre que hace desfallecer al ego. Porque ya que es imposible confiar en el rostro aterrador del padre, la fe del individuo debe centrarse en otra parte (la Mujer Araña, la Madre Bendita) y con la seguridad de esa ayuda, el individuo soporta la crisis, sólo para descubrir, al final, que el padre y la madre se reflejan el uno al otro y que son en esencia los mismos.

5. Apoteosis

El ser divino es el modelo del estado al que llega el héroe humano que ha atrave­sado los últimos terrores de la ignorancia. “Cuando la envoltura de la conciencia ha sido aniquilada, se libera de todo temor, queda fuera del alcance de todo cambio. Ésta es la liberación potencial que está dentro de cada uno de nosotros, y que cualquiera puede obtener a través del heroísmo.

6. La gracia última

La facilidad con que esta aventura se lleva a cabo significa que el héroe es un hombre superior.

La agonía de romper las limitaciones personales, es la agonía del crecimiento espiritual. El arte, la literatura, el mito y el culto, la filosofía y las disciplinas ascéticas son instrumentos que ayudan al individuo a pasar de sus horizontes limitados a esferas de realización siempre cre­ciente.

La iniciación del héroe Aquiles

El camino de las pruebas

Una de las pruebas que tiene que pasar Aquiles es el enfrentamiento que tiene con Agamenón para que devuelva a Criseida, que es la causa por la cual el ejército perece una maligna peste.

“replicole enseguida el celerípede divino Aquiles:

-¡Atrida gloriosisimo, el más codicioso de todos! […] entrega ahora esa joven al dios, y los aqueos te pagaremos el triple o cuádruple, si Zeus nos permite algún día tomar la bien murada ciudad de Troya. (Canto I, pág. 12)

Otra prueba también es el hecho de que este héroe debe superar su dolor tras la muerte de su amigo Patroclo y derrotar a cuantos troyanos se interpongan en su camino para así dar encuentro con Héctor y poder descargar su furia vengando a su mejor amigo.

[…] “Aquiles deseaba romper por el gentío en derechura a Héctor Priámida, pues el ánimo le impulsaba a saciar con la sangre del héroe a Ares, infatigable luchador.” (Canto XX, pág. 316)

El encuentro con la diosa

Aquiles es constantemente ayudado por los dioses, ya sea en la batalla o para calmar su cólera. Lo vemos en el comienzo de La Iliada cuando Palas Atenea lo calma para que no descargue su cólera contra el Atrida Agamenón.

“díjole a su vez Atenea, la diosa de ojos de lechuza:

-vengo de cielo para apaciguar tu cólera…”

Aunque también cabe destacar a Tetis (madre del héroe), ya que es la diosa que lo consuela en los momentos más tristes y la que de niño lo hizo invulnerable. También fue ella la que le anticipó la elección sobre el destino de Aquiles, dejándole a este la elección de una vida corta y heroica o una vida prolongada pero común a la de cualquier hombre.

“Si te quedas encontrarás la paz, encontrarás a una bella mujer, tendrás hijos e hijas y ellos tendrán hijos… y te amarán. Cuando te vallas ellos te recordarán y cuando sus hijos hallan muerto ya lo sabrán suficientes para que tu leyenda no se pierda.

Si te vas a Troya la Gloria será tuya, escribirán historias sobre tus victorias. Durante el pasar de los años el mundo recordará tu nombre. Pero si vas a Troya… nunca regresarás a casa. Porque tu gloria camina de mano con tu terrible destino.” Films, Troya.

La mujer como tentación

Cuando Agamenón le quita Briseida a Aquiles, este pudo haberse encolerizado aún más y levantarse contra el ejército de Atrida. Pero prefirió tragarse la rabia y así vencer la tentación.

“-¡Salud, heraldos, mensajeros de Zeus y de los hombres! Acercaos; pues para mi no sois vosotros los culpables sino Agamenón, que os envía por la joven Briseida. ¡Ea, Patroclo, del linaje de Zeus! Saca la joven y entrégasela para que se la lleven.”

La reconciliación con el padre

Si bien Aquiles no tiene un encuentro con su padre, se toma aquí la reconciliación con el rey Agamenón, con quien estuvo airado mucho tiempo. El Atrida se siente salvado con el regreso del héroe, y como una muestra de gratitud le ofrece esplendidos regalos.

“-¡Atrida! Mejor hubiera sido para entrambos, para ti y para mí, continuar unidos que sostener, con el corazón angustiado, roedora disputa por una joven…”

[…] “-Pero ya que falte y Zeus me hizo perder el juicio, quiero aplacarte y hacerte muchos regalos, y tú ve al combate y anima a los demás guerreros…” (Canto XIX, pág. 305-307)

La apoteosis

Si bien en La Iliada no se data de la muerte de Aquiles, se tomará su apoteosis en el momento que arrastra el cadáver sin vida de Héctor y es admirado por los aqueos.

“y hubo quien, contemplándole, habló así a su vecino:

-¡Oh dioses! Héctor es ahora mucho más blando en dejarse palpar que cuando incendió las naves con el ardiente fuego”. (Canto XXII, pág. 351)

Aquiles, después de hacerle los honores correspondientes a Patroclo, anticipa a los aqueos el momento máximo de su apoteosis:

“Quiero que le erijáis un túmulo no muy grande, sino cual corresponde al muerto; y mas adelante, aqueos, los que estéis vivos en las naves de muchos bancos cuando yo muera, hacedlo anchuroso y alto” (Canto XXIII, pág.361)

La gracia última

En la gracia última tomamos la bondad de Aquiles al devolver el cuerpo de Héctor. También se nota otro cambio en la mente del héroe pues el en todo momento tenia en principal lugar alcanzar su gloria y rechazaba todo los tesoros que se le ofrecían, en cambio cuando Príamo le ofrece tesoros a cambio del cuerpo de su hijo el lo acepta sin dudarlo. (Con la muerte de Héctor, Aquiles ya había conseguido su objetivo y su mente quedo un poco confundida pues ya no tenía otro objetivo a perseguir).

Citas en que el Pélida rechaza los tesoros:

“Aunque me diere diez o veinte veces más de lo que posee o de lo que a poseer llegare […] ni aun así aplacaría Agamenón mi enojo…” (Canto IX, pág. 139)

“-¡Atrida gloriosisimo, rey de hombres, Agamenón! Luego podrás regalarme estas cosas, como es justo, o retenerlas. Ahora pensemos solamente en la batalla.” (Canto XIX, pág. 307)

He aquí ahora veamos como el héroe acepta sin tardar lo que le ofrece Príamo:

“Sea así. Quien traiga el rescate se lleve al muerto…” (Canto XXIV, pág. 381)

“no te enojes conmigo, oh Patroclo […] pues me ha traído un rescate digno, y de él te dedicaré la debida parte”. (Canto XXIV, Pág. 392)

La iniciación del héroe Héctor

El camino de las pruebas

El héroe Héctor esta constantemente en la batalla luchando y superando obstáculos; pero sus principales pruebas se ejecutan en su corazón pues es muy débil cuando el temor lo acosa. En varias parte de La Iliada se puede observar como el héroe es infundido fácilmente por el miedo, pero esto no es más que una prueba, la cual el termina pasando.

“A su vez, Sarpedón reprendía así al divino Héctor:

-¡Héctor! ¿Qué se hizo el valor que antes mostrabas? Dijiste que defenderías la ciudad sin tropas ni aliados, solo, con tus hermanos y tus dedos.

Así habló Sarpedón. Sus palabras royéronle el ánimo a Héctor, que enseguida saltó del carro al suelo, sin dejar las armas; y, blandiendo un par de afiladas picas, recorrió el ejército, animóle a combatir y promovió una terrible pelea. (Canto V, pág. 81)

El encuentro con la diosa

Como ya se dijo antes, en el canto V de La Iliada Héctor vence al temor pasando así una prueba, luego arremete con valor contra los aqueos; aquí entonces se planteará el siguiente punto expuesto por Campbell Joseph “el encuentro con la diosa”. Pues la fuerza de Héctor es grande en medida, pero tal vez no suficiente, por esto que Ares (dios de la guerra) lo alcanza en la batalla y lucha junto a él.

[…] “Ares manejaba una lanza enorme, y ya precedía a Héctor, ya marchaba detrás del mismo […] Al verlo, estremeciose Diomedes, valiente en la pelea. (Canto V, pág. 84)

La mujer como tentación

Andrómaca (mujer de Héctor) aparece como una tentación para el héroe, es difícil para el no caer en una tentación como la que se le presenta, cuando entra en juego la mujer y el hijo que mas ama. Pero el héroe fue bastante fuerte y capaz de decidir lo mejor para él y los demás.

“Andrómaca, llorosa, se detuvo a su lado, y asiéndole de la mano le dijo:

-¡desgraciado! Tu valor te perderá. No te apiadas del tierno infante ni de mí…” (Canto VI, pág. 101)

La reconciliación con el padre

Si bien Héctor no puede volver encontrase con su padre estando en vida, después de la lucha con Aquiles, Príamo recupera el cuerpo de su hijo y le da los rituales apropiados de un gran héroe.

“-Venid a ver a Héctor, troyanos y troyanas, si otras veces os alegrasteis de que volviese vivo del combate; pues era el regocijo de la ciudad y de todo el pueblo”. (Canto XXIV, pág. 395)

La Apoteosis

Héctor aunque fue derrotado por Aquiles, es reconocido y considerado como un gran héroe. Todo el pueblo está presente en sus ritos funerales, para que así después de muerto sea recordado por las generaciones venideras.

“Más, así que se descubrió la hija de la mañana, la aurora de rosáceos dedos, congregase el pueblo en torno de la pira del ilustre Héctor”. (Canto XXIV, pág. 397)

La gracia última

Cuando Héctor, el de tremolante casco, está agonizando de muerte anticipa sobre su gracia última diciéndole a Aquiles que su hermano Paris vengará su muerte con ayuda de Febo Apolo.

“Guárdate que atraiga sobre ti la cólera de los dioses, el día que Paris y Febo Apolo te darán la muerte, no obstante tu valor, en las puertas Esceas”. (Canto XXII, pág. 351)

La iniciación de Jesús

El camino de las pruebas

El evangelio de San Lucas nos cuenta que Jesús estuvo cuarenta días orando y ayunando en el desierto, de este modo se preparaba para su recorrido como héroe en esta tierra. Allí, en medio de aquel desierto donde el hambre lo acosaba como a cualquier ser humano, fue puesto a prueba por el diablo, su peor enemigo.

Véase entonces las tres primeras pruebas por la que tiene que pasar este héroe:

1) El enemigo sabiendo que el héroe padece hambre le da la siguiente tentación.

Diablo: “… di a esta piedra que se convierta en pan”.

Jesús: “… no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios”. (San Lucas 4: 3-4)

2) Luego le ofrece todas las naciones del mundo.

Diablo: “A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos […] si tú postrado me adorares”.

Jesús: “Al señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás”. (San Lucas 4: 6-8)

3) Para esta prueba lo conduce a un lugar alto, al pináculo del templo.

Diablo: “Si eres hijo de Dios, échate de aquí abajo”

Jesús: “Dicho está: no tentarás al señor tu Dios”. (San Lucas 4: 9 y 12)

El encuentro con la diosa

Si bien antes se dijo que a Héctor y Aquiles se le aparecieron los dioses en persona, ya sea para ayudarlos o confortarlos; en el caso de Jesús lo que se encuentra con él es una epifanía, ya que el espíritu de Dios desciende a la tierra en forma de paloma.

“aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma…”

La mujer como tentación

La mujer como tentación en la vida de Jesús se observa cuando los escribas y fariseos le trajeron frente a él a una mujer sorprendida en adulterio, y queriendo tentar al héroe le dijeron:

“Y en la ley de moisés nos manda apedrear a tales mujeres. Tu, pues, ¿qué dices?” (San Lucas 8: 5)

Y Jesús les responde una vez más venciendo a la tentación que se le presentaba:

“El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”. (San Juan 8: 7)

La reconciliación con el padre

Cuando Jesús subió a la cruz el pecado de todo el mundo fue cargado sobre su hombro, como consecuencia de esto su padre le ocultó la mirada y se apartó dejándolo solo. Momentos antes de su muerte, el héroe clama a su padre para encontrarse y unirse nuevamente a él.

“Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró”. (San Lucas 23: 46)

La Apoteosis

Jesús, a diferencia de Héctor y Aquiles, no llega a la apoteosis cuando muere; sino que su batalla ganando gloria sigue, el vence a la muerte volviendo a la vida y es ascendido a los cielos; aquí también se observa una forma simbólica de apoteosis, el ascenso a lo más alto, al punto culminante.

“Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo”. (San Lucas 24: 51)

La gracia última

Cuando el héroe asciende a los cielos promete enviarles gracia del cielo para que los acompañe en la tierra.

“He aquí yo enviaré la promesa de mi padre sobre vosotros”. (San Lucas 24: 49)

Pero también se puede destacar como gracia última la vuelta de este héroe a la tierra, la cual hasta el día de hoy se sigue esperando. Según la Biblia Jesús regresará para buscar a todos los fieles en su camino y con ellos disfrutar de la gracia última… del gran maravilloso cielo que él está preparando.

Idem primera parte. Citar gradualmente las voces de los autores que te servirán para la instancia de análisis de cada personaje …no citar bloques enteros. Marcar con comillas las citas textuales y reformular en algunos casos si hace falta la fuente que se toma como marco teórico.

Los objetos trágicos

(Por Karl Jaspers)

I. La atmósfera trágica

La atmósfera trágica no se muestra en lo perecedero como tal, en el vivir y en el morir; en el proceso circular de florecer y agotarse. La atmósfera trágica es el ambiente que rodea al héroe y crece como lo terriblemente lúgubre y espantoso a lo que son entregados. Es algo extraño que los amenaza ineludiblemente. Está en el aire que habrá de aniquilarlos.

II. Lucha y colisión

Verdad y realidad sepáranse la una de la otra. Como resultado de esta separación violenta, la reintegración tiene lugar en la comunidad y su lucha tiene como escenario la colisión. El saber trágico contempla luchas inevitables.

La lucha que presenta la poesía es una lucha de los hombres entre si o bien una lucha del hombre consigo mismo.

III. Triunfo y derrota

¿Quién o que triunfa? Hombres y potencias están empeñados en colisiones. En la decisión parece darse una posición a favor del que triunfa. El que fracasa es el que tiene la culpa. Pero esto no es así en modo alguno, ya que en lo trágico triunfa el que sucumbe, triunfa en el mismo fracaso. No triunfa, propiamente dicho, nada. Más bien todo se hace problemático.

IV. La culpa

Lo trágico se hace inteligible como un resultado de la culpa o como la culpa misma. La catástrofe es la punición de la culpa.

Es cierto que el mundo está lleno de catástrofes sin culpas. Lo maligno oculto aniquila sin que nadie lo note, y su acción se cumple sin que nadie lo entienda.

La interrogación por la culpa no se circunscribe a la acción y a la vida del héroe individual, sino que va dirigida al ser humano en general: ¿en dónde reside la culpa en esta destrucción sin culpa? ¿Dónde está la potencia que hace inocentemente desgraciado? De aquí surge el pensamiento de una culpa colectiva.

La culpa en un sentido está en la acción que yo ejecuto como una acción determinada y de tal suerte que aparece en libertad de no ser o de querer ser de otra manera.

V. La grandeza del hombre en el fracaso

La grandeza del héroe consiste en que impulsa las posibilidades humanas hasta la más extrema medida, pudiendo hasta perderse conscientemente en ellas.

El héroe trágico, el hombre exaltado a un grado mayor, está como tal así en el bien como en el mal. Su capacidad de soportar, su desafió, su amor, lo elevan hacia el bien. Siempre es exaltado y engrandecido por las experiencias de las situaciones límites. La tragedia exhibe al hombre más allá del bien y del mal.

VI. La pregunta por la verdad

En lo trágico es el lugar en donde las potencias que entran en colisión son, cada una por si verdaderas. De ahí el interrogante ¿Qué es verdad? La revelación de la verdad en todo lo que produce un efecto y al mismo tiempo la limitación de esto verdadero y, por lo mismo, llegar a conocer lo injusto en todo, constituye el proceso trágico.

Los objetos trágicos en Aquiles

La atmósfera trágica

La atmósfera trágica se produce cuando Aquiles es acosado por el rió Janto, y al verse en tan mal situación piensa que ha llegado la hora de su muerte:

[…] “Aquiles procuraba huir, desviándose a un lado; más la corriente se iba tras él y le perseguía con gran ruido. […] El héroe afligido en su corazón, saltaba […] levantando los ojos al vasto cielo, gimió y dijo:

-¡Zeus padre! ¿Cómo no viene ningún dios a salvarme a mi, miserando, de la persecución del rio, y luego sufriré cuanto sea preciso? (Canto XXI, pág. 333)

La lucha y colisión

La más terrible lucha verbal se da en la asamblea que se organiza para debatir el tema de la peste que está acosando al ejército griego, Aquiles deja escapar del cerco de sus dientes injuriosas palabras contra Agamenón:

“- ¡Ebrioso, que tienes ojos de perro y corazón de ciervo!” (Canto I, pág. 14)

Estas fueron palabras de la lucha verbal que se desató entre el Pélida (hijo de Peleo) y el Atrida (hijo de Atreo). Aquiles está irritado con el rey porque este abusa de los guerreros griegos dejándose llevar por su codicia.

“-Antes de que mi tiempo haya terminado miraré tu cuerpo tendido y sonreiré”. (Films, Troya.)

Triunfo y derrota

Mientras Aquiles permanece irritado, su ausencia trae graves problemas, los griegos comienzan a ser derrotados por los troyanos que avanzan a gran paso. Esta derrota significa el triunfo de Aquiles, ya que su terrible enemigo Agamenón esta sufriendo las consecuencias.

“Ya ni se atrevieron a permanecer en el campo ni Idomeneo, ni Agamenón, ni los dos Amantes, servidores de ares”. (Canto VII, pág. 119).

“Como el perro que acosa con ágiles pies a un jabalí o a un león, lo muerde por detrás, ya los muslos, ya las nalgas, y observa si vuelve la cara; de igual modo perseguía Héctor a los melenudos aqueos, matando al que se rezagaba, y ellos huían espantados.” (Canto VII, pág. 125)

Pero este supuesto triunfo de Aquiles también lo hacia sentir derrotado, ya que él no estaba cumpliendo con el propósito por el cual había venido a la guerra, no estaba matando soldados para que su nombre fuera recordad, sino que permanecía inactivo ante la situación.

La culpa

Aquiles se mantiene alejado de la batalla, pero le presta su armadura a su mejor amigo Patroclo para que luche, tiempo después nos cuenta La Iliada que Héctor mata a Patroclo. Cuando el hijo de Peleo recibe esta noticia, se desgarra y siente que la culpa pesa sobre su hombro.

[…] “El héroe cogió cenizas con ambas manos, derramóla sobre su cabeza, aseo el gracioso rostro y la negra ceniza mancho la divina túnica; después se tendió en el polvo, ocupando un gran espacio, y con las manos se arrancaba los cabellos.” (Canto XVIII, pág. 289).

Grandeza en el fracaso

Aquiles esta soportando el sufrimiento de la muerte de su mejor amigo, el peso del dolor sobre su hombro lo acosa al fracaso, pero el héroe hace revivir en el ese valor que lleva dentro y que lo engrandece a pesar del mal momento.

El Pélida vuelve a la batalla con el mayor valor que lo engrandece y con un solo objetivo, vengar a su amigo matando a Héctor.

[…] “Así yo, si he de tener igual muerte, yaceré en la tumba cuando muera; más ahora ganaré gloriosa fama y haré que algunas de las matronas troyanas o dardanias, de profundo seno, den fuertes suspiros y con ambas manos se enjuguen las lágrimas de sus tiernas mejillas. Conozcan que por largo tiempo me he abstenido de combatir.” (Canto XVIII, pág. 291-292)

En un momento del films de la película de Troya Aquiles exalta su grandeza hablándole a Héctor antes de que se desate la batalla entre ambos.

“-Iras a un mundo de muerte ciega y maldita que todos los muertos conocen. Ese es Héctor, el tonto que pensó que había matado a Aquiles.”

Pregunta por la verdad

Si bien Aquiles no busca responderse alguna pregunta, su única verdad es la lealtad que tiene a su gloria. Este héroe tiene una vida de cambios y pruebas a pasar, pero siempre con la mirada puesta en su gloria. La Iliada nos muestra que a pesar de haber muerto Patroclo, Aquiles no va a pelear con Héctor con el principal objetivo de vengar a su amigo sino para aumentar su gloria, pues sabe que la muerte pronto también lo visitará a él.

“Así yo, si he de tener igual muerte, yaceré en la tumba cuando muera; más ahora ganaré gloriosa fama…” (Canto XVIII, pág. 291-292)

En el films, cuando el ejército del Pélida llega a la isla de Troya, el héroe no los alienta diciendo que peleen por el tesoro de la ciudad, sino que habla diciendo:

“-¿Saben que hay allá esperando en aquella playa?... La inmortalidad… tómenla… es de ustedes”.

Los objetos trágicos en Héctor

La atmósfera trágica

La atmósfera trágica en Héctor se comienza a dar cuando el sale a la batalla, siempre confiado en su valentía y en su gloria, sin saber que pronto perecerá en manos de Aquiles.

“-todo esto me da cuidado, mujer, mas mucho me sonrojaría ante los troyanos y las troyanas de rozagantes peplos, si como un cobarde huyera del combate; y tampoco mi corazón me incita a ello, que siempre supe ser valiente y pelear en primera fila entre los troyanos, manteniendo la inmensa gloria de mi padre y de mi mismo”. (Canto VI, pág. 102).

La lucha y colisión

Del mismo modo que lo hizo Aquiles, podemos ver en Héctor una lucha verbal, en la cual increpa a Paris.

“-Miserable Paris, el de más hermosa figura, mujeriego, seductor”. (Canto III, pág. 46)

También podemos observar una lucha en la que Héctor decide enfrentarse a su rival de frente y no por medio de palabras.

[…] “-Pero a ti, siendo cual eres, no quiero herirte con alevosía, sino cara a cara, si puedo conseguirlo”. (Canto VII, pág.110)

El triunfo y la derrota

Héctor es derrotado y muerto por Aquiles, pero esta derrota no lo pone en un grado menos de valentía, sino que es igualmente exaltado aun ya estando muerto. Se lo reconoce como un triunfador y como un valiente héroe.

Andrómana: […] “-pues muchos aqueos mordieron la vasta tierra a manos de Héctor. No era blando tu padre en la funesta batalla, y por esto le lloran todos en la ciudad”.

Hécuba: […] “-no puede dudarse de que en vida fueras caro a los dioses, pues no se olvidaron de ti e el fatal trance de la muerte”.

Helena: […] “-y en los veinte años que van transcurridos desde que vine y abandoné la patria, jamás he oído de tu boca una palabra ofensiva o grosera”.

[…] “y cuando todos acudieron… así hicieron las honras de Héctor, domador de caballos” (Canto XXIV, pág. 395, 396, 397)

La culpa

Si bien pareciere que Héctor no tiene culpa de su muerte porque así lo destinó la parca cruel, él lleva adelante dos actos que cabe destacar y que son hechos cruciales que lo conducen a la muerte. El primero es el haber matado a Patroclo, pues esto le devuelve la vida guerrera a Aquiles.

“Mirándole con torva faz, respondió Aquiles, el de los pies ligeros:

-¡Héctor, a quien no puedo olvidar! […] Ya no puedes escapar. Palas Atenea te hará sucumbir pronto, herido por mi lanza…” (Canto XXII, pág. 348)

“-¡Héctor! Cuando despojabas el cadáver de Patroclo, sin duda te creíste salvado y no me temiste a mí porque me hallaba ausente. ¡Necio! Quedaba yo como vengador, mucho más fuerte que él, y te he quebrado las rodillas”. (Canto XXII, pág.350)

El segundo error de Héctor es el no obedecer el consejo Polidamante, quien quería aguardar la llegada de Aquiles dentro de la ciudad.

“Y gimiendo, a su magnánimo espíritu le decía:

-¡Ay de mi! Si traspongo las puertas y el muro, el primero en dirigirme baldones será Polidamante, el cual me aconsejaba que trajera el ejército a la ciudad la noche funesta en que el divinal Aquiles decidió volver a la pelea”. (Canto XXII, pág. 344)

La grandeza en el fracaso

Tras una dura batalla, Héctor, el de tremolante casco, es derrotado por el divino Aquiles, pero aun agonizando se engrandece revelando el destino fatal de Aquiles, y gozando de que Paris vengará su muerte.

[…] “Guárdate que atraiga sobre ti la cólera de los dioses, el día en que Paris y Febo Apolo te darán la muerte, no obstante tu valor, en las puertas Esceas”. (Canto XXII, pág. 351)

La pregunta por la verdad

El hijo de Príamo, el mas valiente de los troyano, el de tremolante casco, Héctor; a diferencia de Aquiles no sabe cual es su destino y si a de sucumbir en la guerra o no. Su verdad no está destinada y Zeus duda si este héroe ha de morir o no.

“Y Zeus, padre de los dioses y de los hombres, comenzó a decir:

[…] –Ea, deliberad, oh dioses, y decidid si lo salvaremos de la muerte o dejaremos que, a pesar de ser esforzado, sucumba a manos del Pélida Aquiles. (Canto XXII, pág. 346)

Cuando se enfrenta en lucha contra Aquiles, el priámida piensa que ese es su destino, pero por momentos se observa el cambio de opinión.

“-Nada te había revelado Zeus acerca de mi destino, como afirmabas; has sido un hábil forjador de engañosas palabras, para que, temiéndote, me olvidara de mi valor y de mi fuerza”. (Canto XXII, pág. 349)

Los objetos trágicos en Jesús

La atmósfera trágica

Jaspers dice que la atmósfera trágica esta en el aire que habrá de aniquilarlos. Jesús a los 12 años de edad estaba conversando con los doctores de la ley, personas que más tarde serían sus enemigos, y hasta marcharían a favor de su muerte.

“Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles”. (San Lucas 2:46)

“Desde el nacimiento está rodeado de tragedia , huida de su madre para dar a luz)

Lucha y colisión

El evangelio de San Lucas nos cuenta que en cierta ocasión se desata una lucha verbal entre Jesús y los fariseos, en la que el héroe, del mismo modo que Héctor y Aquiles, reprende a sus oponentes con injuriosas palabras.

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben”. (San Lucas 11:14)

( y La crusifixion??? La lucha con los romanos?La persecución?

Triunfo y derrota

Cuando Jesús se encuentra solo en el monte Getsemaní, se apodera de él una depresión, la cual desata una lucha interior en el héroe. Jesús entra en duda de si seguir adelante o abandonar su objetivo, pero siempre deseando que se cumpla la voluntad de Dios; es aquí donde un ángel lo conforta y lo ayuda a vencer esta batalla, lo cual también implica una futura derrota pues este héroe sigue camino a su trágica muerte.

“Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”. (San Lucas 22: 43-44)

La culpa

Si bien recordamos que anteriormente se dijo que Aquiles y Héctor llevaron adelante hechos que los hicieron culpables de su muerte; de Jesús podemos decir que fue el héroe que vario de ser justo a ser el hombre con mayor culpa del mundo.

Cuando Jesús hubo muerto un centurión lo consideró una persona libre de culpa.

“Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: verdaderamente este hombre era justo”. (San Lucas 23:47)

Pero en realidad el cargaba con toda la culpa del mundo, todo el pecado del hombre estaba sobre su hombro.

“Más herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. (Isaías 53:5)

Grandeza del hombre en el fracaso

Su capacidad de soportar, su desafió, su amor, lo elevan hacia el bien. Jesús fue insultado, despreciado, castigado, burlado e incluso cavado en una cruz; pero aun en medio de ese dolor él exalta su grandeza demostrando su amor a sus enemigos.

“Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (San Lucas 23:34)

La pregunta por la verdad

Cuando se analizó a los héroes Aquiles y Héctor se dijo que la verdad de estos personajes consistía en alcanzar una respuesta u objetivo. En cambio Jesús nos plantea que la verdad está en él, que él es la verdad.

“Jesús les dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al padre, sino por mí”. (San Juan 14: 6)

Conclusión

Para concluir con este trabajo decimos entonces que todo héroe tiene un camino de inicio donde emprenderá un recorrido para encontrarse con pruebas o momentos de los cuales le parecerá difícil escapar, y hasta podrá llegar a pensar que ese es su fin; pero siempre tiene un dios o poder superior que lo ayuda y lo exalta en medio de cada circunstancia.

Como vimos en los héroes analizados cada uno de ellos emprende su camino en busca de un logro específico, aunque este logro termina llevándolo a la muerte, pero siempre a una muerte que en fin lo glorifica y lo conduce a la Apoteosis. Cabe retomar entonces las palabras dichas por Tetis en el films de Troya.

“Porque tu gloria camina de mano con tu terrible destino”.

En este trabajo se demostró entonces que Héctor, Aquiles y Jesús fueron y son héroes que se adaptan a los puntos planteados por Campbell Joseph y karl Jaspers.

Bien lo planteado, agregar lo conversado y sobre todo retomar lo propuesto en la introducción que debería presentar algún interrogante también

BIBLIOGRAFÍA

  • Karl Jaspers. (1960). Esencia y formas de lo trágico. Buenos Aires. Editorial Sur.
  • Homero. (2003). La Iliada. Buenos Aires. Centro Editor de Cultura.
  • Campbell Joseph. (1959). El héroe de las mil caras, psicoanálisis del mito. México. Fondo de cultura económica.

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